Noticias de mi nuevo Fanfic

Este es el prólogo de mi nuevo trabajo un Sasu-Saku, tendrá escenas de acción y como siempre mucho romance. Esta vez él tendrá 17 años y ella 22; y son dos polos opuestos cuya voz cantante la llebará Sakura, no quiero revelar nada de la trama porque sino estropearía la sorpresa. ^_^

El escenario es en el plano de la actualidad y habrás varias escenas hot; esta vez no pondré personajes entrometidos porque ya tendrán suficiente con lo que se les viene encima. Lo he titulado "Que te lleve la corriente" y constará en un principio de 7 capítulos (otro relato corto) que podría acortar a 5 o 6 llegado el caso. Disfrutad.

Prólogo:

El aula de tecnología estaba inusualmente atestada, el motivo, la macizorra rubia que da ahora en adelante sería nuestra profesora, no es algo que importara, realmente; pero el ambiente se estaba volviendo exageradamente cargante para mi gusto.


Sasuke bufó y siguió con sus ojos el objeto por el cual todas las cabezas masculinas y algunas femeninas, siguiesen como hipnotizados lo que se comparaba con un tesoro nacional.


La rubia, ayer presentada como Ino, gozaba de una cintura generosa que mecía con gracia aprendida, sus pechos parecían dos globos de agua a punto de explotar por el indebido y vulgar uso del relleno en el sostén, por si esto no fuera poco; la caballería llegaba con el foco de sus pezones, los cuales apuntaban hacia los estudiantes como si tuviesen ojos propios. Llevaba la camisa blanca mal abotonada, más para incitar que por descuido…como señalaba su perfecta manicura y su peinado de peluquería. Su falda de tubo azul marino y a rayas merengue competiría con la de una ejecutiva con sueldo desorbitado y buen gusto; lo que daba a señalar que Ino vivía por encima de sus posibilidades, aún cuando probablemente fuese él el único en apreciar este detalle.


-¿Está o no está para comérsela? –señaló una voz dos mesas por detrás de mí.


-Chicos, es una Diosa. –apuntaló otro atolondrado.


Cuando te has criado entre bambalinas, aprendes a ver y a distinguir lo real de lo falso; cuándo es alguien lo que aparenta o lo que quiere aparentar. Ino no encajaba en ninguno de los dos supuestos; pero sí se ajustaba al tercer grupo, el de las divas, mujeres que vivían de su apariencia y por su apariencia, que no dudaban en utilizar su cuerpo para conseguir lo que deseaban. Esas eran las peores. Y la tenía como profesora.


Aparté la vista hacia algo mejor, por ejemplo, el jardín que obtenía en panorámica por la ventana junto a la que estaba asentado mi pupitre. Y suspiré de nuevo. A mis recién estrenados 17 años no había hecho nada del otro mundo, siempre iba a los mismos lugares con la misma gente y en mi misma línea. No parecía que nada fuese a cambiar a largo o corto plazo y esa era una sensación agobiante.


-Uchiha Sasuke –llamó una voz melosa, casi demasiado - ¿Podrías explicar a la clase qué es lo que te fascina tanto del paisaje para dejar de prestarme atención?


Cuando al mirarla no sucumbí a su sonrisa de poster ni me comí con los ojos su exagerado escote, frunció el ceño e hizo un pequeño mohín, comportándose igual que una niña pequeña a la falta de atención.


-La hierva. –señalé. Que se lo tomase como quisiera, ya había aguantado a demasiadas niñatas con delirios de grandeza.


-¿Estás diciendo que prefieres mirar la hierba en vez de a mí? –puntualizó ella.


Me encogí de hombros y cuando cesaron las risitas de mis compañeros, agregué:


-No me enseñas nada nuevo.


Cuando Ino captó el doble sentido se volvió de un púrpura intenso, como un dragón a punto de echar fuego, mierda; quizás no debí provocarla. Pero antes que ella dijese una palabra más, se lanzase a dame una hostia o se dispusiera a arrojarme hacia la oficina de dirección (no hacía falta ser un as para adivinar las opciones); ocurrió algo que sí era de lo más inesperado. Algo que rompió mi rutina y cambió mi vida para siempre.