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martes, 13 de diciembre de 2011

Fanfic NejiTen: Orilla de Lágrimas

Capítulo 3: TE RECLAMO



En ese momento el Uzumaki le cerró la puerta en las narices y lo dejó esperando fuera. El rubio se dirigió al salón, donde se encontraba Tenten y la prima de ambos, Lila. Tenten lo miró desde su asiento con horror.

-¿Así que ese maldito Hyuga puede llevarme consigo y no hay nada que puedas hacer?

Naruto se volvió sin contestar, pero ella pudo ver muchas emociones en sus claros ojos azules; la profunda rabia que siente por Neji, compasión por la situación en la que se encontraba ella y, en primer lugar, culpabilidad por haber permitido su matrimonio. Pero Tenten pudo ver algo más, la inevitabilidad.

-¿Cómo voy a irme con él? –Gritó- después de todo lo que ha pasado ¿cómo puedo vivir con él?

-Tú eres su mujer –contestó, y aquella respuesta fue como si a ella la atravesaran con un arma.

-¿Pero no hay nada que puedas hacer Naruto? Después de todo eres el futuro señor feudal de esta villa, tienes influencia.-apostilló Lila.

-Mi influencia ahora no sirve para nada, Neji tiene la ley de su parte, y ni siquiera yo puedo proteger a Tenten de eso –miró a su hermana directamente a los ojos y añadió- si amenazase a Neji e impidiera que te llevase con él podría obligarme a devolverte con un decreto real, si quieres que luche contra él lo haré, pero perderé.

Para Tenten era muy tentador pedirle que lo intentase de todas formas, a pesar de que sabía que perderían. Pero no lo hizo porque no quería manchar el apellido Uzumaki.

El divorcio le era imposible, al menos mientras las antiguas leyes creadas por los ancianos permaneciesen, no tenía escapatoria. Él lo sabía y ella no sabía qué hacer.

-¡Por Kami! ¡Qué estúpida he sido! ¡Si pudiera volver atrás en el tiempo!

Su prima la abrazó en forma de consuelo a la vez que le decía: nunca has sido estúpida.

-Claro que sí, Naruto trató de prevenirme durante años. Me dijo que Neji era un bala perdida, que yo era aún muy joven y que esperase, ¿por qué no lo escuché?

-No te culpes por el pasado, no te tortures más por lo que ya no tiene remedio.

Naruto cruzó la habitación y salió de nuevo al encuentro del Hyuga, Lila al poco tiempo también lo siguió, por si se ponían las cosas feas que no acabasen matándose entre ellos.

Tenten, en aquel instante, recordó las veces en que el Hyuga la esperaba en la antesala del pasillo en el castillo de su padre. Siempre que lo veía llegar de una misión y la iba a buscar, ella daba saltos de alegría. Siempre que Tenten lo veía o escuchaba su voz desde la habitación de al lado estaba tan nerviosa que apenas podía mantenerse en pie esperando a que alguna de sus criadas la fuese a llamar para que lo dejasen pasar, y en esa espera su corazón se retorcía de impaciencia y de un deseo dulce.

“¿Me amas?”


“Si, te adoro”

A Tenten le dolía recordar la inocencia con la que lo había creído. Le dolía recordar lo vulnerable y ciega que había sido. A Neji el patrimonio era lo único que le importaba, ella no sabía por qué y tampoco lo intentó comprender. Pero también Neji le dio la espalda sin intentar entender sus sentimientos por lo que él había hecho; cómo la había abandonado y se había lanzado a los brazos de otra mujer, y otra y otra.

Tenten se giró y apartó todo aquello de su mente, ya no estaba enamorada de él y desde luego ya no era tan estúpida. Tenía que haber alguna forma de salir de todo aquel lío y pensaba encontrarla.


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Neji siempre había sido una persona reservada y era difícil que se enfadara, pero cuando se lo provocaba, los resultados podían ser catastróficos. Y esas pocas ocasiones solían ser con los Uzumaki.

Después de una acalorada charla con Naruto y Lila, para él, unos entrometidos en su causa, le faltaba ya poco para rebasar ese límite de “compostura”. La tensión en el ambiente era cada vez más densa y pesada. Hacía 8 años que Neji no ponía un pie en aquella casa y sin embargo le pareció que fue el día anterior la última vez que estuvo allí.

Pudo ver a Tenten desde donde estaba, a través de la ventana del jardín, se encontraba de pie mirando hacia el vacío. Y le pareció que estaba tan radiante y encantadora como entonces, no era de extrañar que aquel otoño que la conoció tuviera decenas de pretendientes haciendo cola en su puerta. La sonrisa de aquella chica podía encandilar a cualquiera, pero la sonrisa de la mujer en la que se había convertido se había perdido.

La culpa no es sólo mía, es de los dos.-pensó.

A los aproximadamente 15 minutos, teniendo la sensación de que “el conflicto” no iba a terminar nunca, Tenten bajó hasta donde estaba el resto e hizo un gesto a Lila y Naruto para que volvieran dentro, quería hablar con Neji a solas para intentar hacerlo desistir de su “absurda” idea una vez más.

Cuando su hermano y su prima se retiraron, Tenten se dirigió al Hyuga: no voy a irme contigo –mientras lo decía el desprecio inundó su rostro, cosa que a él no lo sorprendió, pues desprecio y odio eran lo único que sentía por él en esos días.

-Si vendrás.

Tenten negando con la cabeza: no, no lo haré.

-Entonces tendré que llevarte atada.

-¿Vas a sacarme de aquí por la fuerza? ¿Serías capaz de algo así?

-Sin dudarlo.

- Naruto no dejará que me lleves a rastras.

-Seguramente, pero si lo hace entonces sólo tengo que presentar un decreto real ante los ancianos y él perdería. Estoy seguro de que ya te lo habrá dicho.

Tenten no afirmó ni negó esa conclusión, tan sólo añadió: entonces pediré el divorcio.

-No tienes ninguna razón para hacerlo, y tras verte envuelta en un escándalo y que el apellido de tu familia cayese en vergüenza, perderías. Sólo podrías divorciarte si fuésemos parientes o yo fuese impotente. Pero no estamos emparentados de ninguna manera y, en cuanto a lo otro, nadie podría creerlo.

-¡No teniendo tu reputación! –Dijo con disgusto- ¡qué injusticia! Si yo hubiera tenido amantes, podrías alegar adulterio para divorciarte de mí y sin embargo, tus adulterios son bien conocidos y yo no puedo usar esta excusa.

-Ya sabes la razón de eso, para los hombres que pertenecen a la nobleza, es importante saber que su heredero es suyo.

-Entonces quizá debería hacer como tú y tener amantes –alzó la barbilla con aire desafiante - ¿te divorciarías de mi si tuviera un amante?

Eso Neji ni siquiera podía encontrarlo divertido, sus ojos se abrieron y dirigiéndose a ella dijo- no lo intentes, Tenten.

Ella levantó una ceja con elegancia y continuó: ¿preocupado Neji?

-Si tienes un amante antes que un heredero todos los nobles te harán la vida imposible; las demás familias feudales, los mandatarios militares de las villas y los ancianos del consejo te harían el vacío.

-Ya se me critica por no darte un hijo, a lo mejor merece la pena intentarlo y alargar el calvario un poco más.

-¡Que el infierno se hiele! ¿Es eso?

La ojimiel dio unos pasos alrededor de él y se distanció, como si ya no pudiera soportar tenerlo tan cerca. El Hyuga la observaba, captando toda la soberbia femenina que poseía. Él sabía que no había forma de que admitiera que había sido ella quien se había distanciado primero, quien había dado el primer paso, la que había dicho las primeras palabras amargas que lo habían llevado por aquel camino. Pero en aquel momento no necesitaba tener razón, sólo necesitaba una tregua lo suficientemente larga como para tener un hijo.

Se puso detrás de ella y la cogió por los brazos. Tenten se sobresaltó por el contacto, pero él la apretó contra sí para que no se separara.

-El divorcio no es una opción, Tenten.

-Entonces podría pedir una separación legal, al fin y al cabo ya hemos estado separados durante años, sólo sería hacerlo formal.

Se le estaban acabando las ideas y él podía notar la desesperación en su voz.

-Nunca consentiré esa separación y, sin mi consentimiento, no hay posibilidad de que ocurra. Además, casi todos los señores feudales frente a los que presentes tu recurso te darían con él en las narices. La mayoría son hombres casados y no quieren que luego sus esposas les vengan con lo mismo.

-¡Hombres! Qué fácil es todo para vosotros.

-Si, los hombres hacemos las cosas a nuestra manera.

-¡Pues menuda mierda! Tendría que haber nacido en el siglo XXI, seguro que entonces podría mandarte directo al infierno, divorciarme y quedarme con todo (la casa, los perros y los niños…claro, en caso de que los tuviera...jiji…)

Neji estaba alucinando por lo que acababa de escuchar, era raro que Tenten dijese tacos o hiciese broma alguna. Así que al ver esa estampa le entró la risa, pero no la demostró porque no era el momento para ello, y menos tratando con el tema que estaban.

-Entonces –se separó unos pasos- no me queda más remedio que huir de aquí.

- ¿Esconderte? –eso lo sorprendió aún más y también le preocupó.

Naruto con su posición podía mandarla a donde quisiese sin que ella tuviese que preocuparse por el dinero o la seguridad. Y, si ella lograba esconderse el tiempo suficiente, llegaría un día en que perdería su capacidad de engendrar, y en ese caso Neji nunca tendría un heredero para su clan. Todo esto lo preocupó mucho pero sabía que si lo demostraba, Tenten estaría en la villa de la cascada o en cualquier otra en menos de una hora. Así que aparentando serenidad incluyó- no es propio de ti esconderte. Nunca pensé que podrías ser cobarde Tenten.

-Poner medio mundo de por medio entre nosotros me parece una buena idea.

-Para huir de mí tendrías que ocultarte en un lugar muy, muy remoto, cambiar de nombre y ocultar tu identidad. No tendrías compañía y no volver a ver a tu hermano y a tus amigos acabaría contigo. No lo podrías soportar.

-¡Tzh! ¡vivo en una cárcel! ¡No tengo escapatoria!

Después de oírla decir eso, Neji supo que ella no huiría, y parecía tan desamparada, vulnerable y perdida que si no fuese por todo lo que ella le había dicho y hecho en el pasado, habría sentido pena por ella.

-Estás haciendo las cosas más difíciles de lo que en realidad son.

-¿Eso crees? ¡Así que tengo que ponértelo fácil! ¿Debo tumbarme y dejarte hacer lo que quieras con mi cuerpo?

Él se rió por lo bajo: ¿tú? Tú nunca fuiste “pasiva” haciendo el amor, y no creo que empezases a serlo ahora.

Ella enrojeció, los 7 años de distancia no habían acabado con todos los recuerdos de cama que tuvieron juntos. Y eso a Neji le pareció una buena señal.

-Esta situación será tan fácil o tan difícil para ti como elijas hacerla.

- ¿Y si elijo hacerla difícil? Que harás….-dijo con una mirada dura, la mirada de acero de los Uzumaki, una mirada que él conocía muy bien- ¿me tumbarías en la cama y me forzarías?

-No he forzado a una mujer en mi vida, y deberías saberlo mejor que nadie. Hace mucho tiempo que podría haber derribado la puerta que cierras entre nosotros.

- ¿Por qué no lo has hecho?

- ¡Maldita sea! Quizá fuera esa costumbre tuya de echarte a llorar cada vez que te tocaba.

-¡Creo que saber que mi marido me había mentido y engañado era una buena razón para hacerlo!

-O quizá –prosiguió como si no la hubiese escuchado- porque tú no dejabas de gritarme o insultarme cada vez que intentaba besarte, quizá porque tú empezaste primero a forcejear cada vez que te cogía entre mis brazos. Acabé por sentirme como un canalla por tocar a mi propia mujer y eso acabó con cualquier deseo.

-Nunca me amaste ¿cómo crees que me sentí cuando lo descubrí?

¡Mierda! Como empiece a hablar de sentimientos tengo la batalla perdida. Siempre la he tenido.- pensó Neji.

-¿Cómo piensas que me sentí cuando supe que habías tenido una amante antes de casarnos? Todo el tiempo que estuviste saliendo conmigo, cada vez que me besabas, me tocabas o me decías que me querías… -su voz se quebró por la rabia y sus manos se cerraron en un puño- justo hasta el día de nuestra boda te acostabas con Ino Yamanaka, incluso después de casarnos tú….

-No después de casarnos, Tenten, después no.

-5 amantes desde entonces, Neji, y a saber cuántas otras que yo no conozco.

Él no iba a justificar sus romances, no después de que lo echase de su lado y de su cama.

-Veo que has estado prestando atención.

-Es difícil no hacerlo cuando mis conocidos me enseñan los pergaminos que circulan con una imagen tuya y de tu nueva conquista, y me cuentan todo con detalle. Tenía que tomar el té con Haku (en mi fic hija de otro señor feudal) y permanecer sentada y ser educada con ella, sabiendo todo el tiempo que habías estado entre sus sábanas. Cuando me encontraba en alguna cena o fiesta con Ino Yamanaka, tenía que aguantar sus sonrisas de triunfo y sus indirectas sobre tus “artes amatorias” delante de todos los que estuvieran por allí.

-Tenten…

-Durante los exámenes de chunnin y jounin tenía que aguantar y oír a la gente murmurar sobre tus “conquistas” y escucharles decir lo hermosa que era Ino además de simpática y encantadora. Y cuando me enteré de que el marido de una de tus amantes te desafió a un combate y te dislocó un hombro pensé ¡bien por él! ¿Es que no te importa la humillación por la que he pasado por culpa tuya?

-Incluso me gustó cuando lo supe, después de que me rechazaras. –dijo furioso odiando la manera en que ella lo había convertido en el malo de la película por “atender” a sus necesidades masculinas, que según él eran naturales y justas, ya que ella se las había negado- ¿qué esperabas que hiciera Tenten? ¿Ir a tu lado y rogar? ¿Convertirme en un monje durante 7 años? Es cierto que me casé contigo por dinero, y mis razones tenía, pero también me casé contigo en vez de con cualquiera otra que también tuviese una buena posición porque eras una chica sensible y divertida, me gustabas y te deseaba. Pero cuando aquella chica me echó de su cama manipulándome con lágrimas y culpa, me fui a otro lado. En mi situación, cualquier hombre habría hecho lo mismo.

-Una vez pensé que eras mejor que cualquier hombre.

-Sé que lo pensaste.

Al mirarla, de repente un reflejo de lo que ella había sido pasó ante sus ojos. Una chica con unos cabellos que brillaban más que la luz del sol, una chica con unos ojos que expresaban adoración por él. Y ahora Neji se odiaba por su fracaso, porque había dejado de ser su héroe y se había convertido en un hombre imperfecto y corriente.

-¿Qué quieres que te diga Tenten?

-No quiero que me digas nada, sólo quiero irme, sólo quiero que te alejes de mí.

-Sabes que no puedo permitirlo, no puedo y no lo haré. Vendré a buscarte el lunes.

-¿No ves que esto no funcionará? ¿Acaso no lo recuerdas? Nuestra visa como marido y mujer era un infierno para los dos.

El ojiperla se giró para mirarla y por un momento le pasaron por la mente recuerdos de aquellos años, pero no de los últimos en los que apenas se veían. Lo que recordó fueron los primeros días con su mujer. En aquella época peleaban y discutían como cualquier pareja de recién casados, seguramente más que la mayoría, porque ambos tenían un carácter muy fuerte cuando se enfadaban. Pero no recordaba que su vida fuera tan infernal como cuando ella lo expulsó de su lado. Recorrió con la mirada la figura de Tenten, y los únicos recuerdos que le vinieron a la mente fueron los primeros, los más dulces.

El cuerpo de ella, más menudo que el de él, todavía estaba perfectamente delineado, una figura de curvas suaves y llenas. El cuerpo de Tenten podía estar oculto por varias capas de tela de seda bajo el kimono color verde y amarillo que llevaba puesto, pero Neji todavía recordaba perfectamente su aspecto sin todas aquellas ropas. Habrían pasado unos 7 años desde la última vez que la vio desnuda, pero hay cosas que un hombre nunca olvida.

Recordaba la forma perfecta de sus pechos, ahora visiblemente más desarrollados y voluptuosos que entonces, también recordaba la curva de sus caderas, la profundidad de su ombligo, el sensual y provocativo lunar al final de su espalda,…el sonido de su risa y los gritos de placer. Recordaba aquellos lugares donde solía besarla que hacían que se derritiese como la mantequilla; el cuello, las rodillas, la marca de nacimiento en lo alto del muslo,…con aquellos recuerdos Neji sintió que su cuerpo comenzaba a arder.

-No fue un infierno todo el tiempo, tuvimos nuestros momentos. –hizo una pausa y luego prosiguió- el lunes Tenten, te espero el lunes.

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